Episodio 5:

No hay Destino, solo Decisiones.

 

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Acto 1: Entrenamiento

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La Anciana Hakurei comenzó enseñandole a Lithnanai lo basico en la vida, como darle clases de primaria a un adulto que nunca recibió educación alguna. Sorprendentemente Lithnanai se tomaba las cosas en serio, muy en serio, tanto asi que aprendia a una velocidad increíble.

Le tomó cuatro meses aprender a leer y escribir, unas semanas sobre etiqueta y modales ante los demas.... aunque este ultimo choca un poco con su personalidad. En unos dias ya sabía sobre jardinería y los deberes en un hogar.

Si una vez se dudó si existia un prodigio, Lithnanai no lo era. Se tomaba las cosas tan en serio que aprendió de memoria cada palabra y acción que saliá de la Anciana Hakurei.

Anciana Hakurei: Bueno, esto es asombroso.

Anciana Hakurei: No ha pasado nada de tiempo y ya sabes lo basico. Me esperaba un año por lo menos para que aprendieras todo eso.

Lithnanai: ......

Anciana Hakurei: Vamos niña, deberías relajarte un poco. No tenemos prisa.

Lithnanai: Quiero que comienze mi entrenamiento real.

La anciana le da un toque a la cabeza de Lithnanai con su cetro.

Anciana Hakurei: Tu entrenamiento real comenzó desde el primer dia, No todo en la vida es golpear, sabes?.

Anciana Hakurei: Debes tener un equilibrio antes de aprender a luchar. De lo contrario solo terminaras tropezandote en el camino.

Anciana Hakurei: Primero gateas, luego caminas y por ultimo corres.

Lithnanai de mala gana decide seguir al pie de la letra sus enseñanzas.

Un mes despues la Anciana Hakurei le muestra el área de entrenamiento, se podía ver una gran esfera de piedra que parecia muy pesada y dura, unos escalones hechos de bambú, unos anillos en el aire sostenidos por una cuerda gruesa entre otras mas.

Lithnanai: Eh.. creo que me debe explicar que voy a hacer con todo esto.

Anciana Hakurei: Primero debemos trabajar en tu equilibrio, deberás caminar sobre los escalones de bambú sin caerte.

Anciana Hakurei: Segundo esta tu resistencia y agilidad, correrás varias vueltas en esta área esquivando los obstaculos y utilizarás los aros para mantener tu equilibrio con tus brazos.

Anciana Hakurei: Tercero tenemos tu defensa, con tu cuerpo recibiras el impacto de la esfera de piedra.

Anciana Hakurei: Por último está tu fuerza, puesto que eres un dragon y tu fuerza natural es mayor debo pensar en un entrenamiento que sea adecuado.

Lithnanai: Pero mi defensa tambien es buena, soy un dragón de Alas Cristal Blanco.

Anciana Hakurei: Ya lo sé, pero debo probar hasta donde llega tus defensas para intentar algo más peligroso.

Lithnanai: Entiendo.

 

Anciana Hakurei: Se te nota la emoción, jeje.

Anciana Hakurei: Bueno, qué esperas?, ve a los escalones de bambú.

Si bien parece un ejercicio facil a simple vista, en practica no lo era para nada. Los escalones estan formados por las puntas afiladas del bambú, eran tan filosos que podrian atravesar la piel como una aguja. Además de que Lithnanai debe subir saltando con una pierna en forma de "T" en sus manos. Cabe recordar que ella es un dragón y es muy pesada, si bien el bambú no la puede atravesar la molestia sigue presente.

Lithnanai: Esto es imposible.

Anciana Hakurei: ¿En serio?.

La anciana toma un plato y lo llena de agua, tomando una hoja del suelo la deja reposar en el centro creando un circulo de luz que la rodea.

Anciana Hakurei: ¿Qué pensarias si te dijera que puedo subir sin que esta hoja toque o salga del circulo de luz?.

Lithnanai: Eso es....

Anciana Hakurei: Imposible?, huh.

La anciana deja reposar el plato sobre su cabeza y comienza a subir, lo hace con tanta naturalidad y gracia que Lithnanai no lo puede creer. Al terminar invita a Lithnanai a ver la hoja del plato, la cual seguía en el centro sin tocar el criculo de luz.

Anciana Hakurei: ¿Y bien?.

Lithnanai: ......

Anciana Hakurei: Si te esfuerzas puedes hacer posible lo imposible.

La anciana se retira con una leve sonrisa, Lithnanai sabe que la anciana aumento la dificultad para mostrarle que si ella puede hacerlo, también Lithnanai.

Lithnanai tuvo sus tropiezos en su largo camino de entrenamiento, pero la Anciana Hakurei siempre estaba junto a ella.

Si se caia, la ayudaba a levantarse.

Si fallaba, ella misma le mostraba como hacerlo.

Si se frustraba, siempre estaba a su lado para que se relajara.

Era una relación perfecta entre alumna y maestra, llegó un punto cuando Lithnanai podia hacer todos los entrenamientos con varias formas de agregar dificultad y aprendió artes marciales mixtas con la ayuda de los monjes y la propia Anciana Hakurei adaptandolas a su cuerpo de dragon.

 

Era la hora de pasar al siguiente nivel

Anciana Hakurei: Ahora te enseñaré a concentrar tu energia.

Lithnanai: ¿Energia?.

Anciana Hakurei: Tu cuerpo esta lleno de energia que recorre sin parar.

Anciana Hakurei: ¿Haz notado como las hadas y otras especies lanzan esferas de energia capaces de generar explosiones?.

Lithnanai: Voy a aprender a hacer eso?.

Anciana Hakurei: Ja!, claro que no.

Anciana Hakurei: Te enseñaré a utilizar tu propia energia para fortalecer tu cuerpo llevandolo a niveles jamas soñados.

Anciana Hakurei: Una vez logras amaestrar esta habilidad hasta un humano podrá romper la roca más grande y dura.

Lithnanai: Yo ya puedo hacer eso.

Anciana Hakurei: Si.... imagina lo que podrás hacer con tu ya natural fuerza.

Anciana Hakurei: Golpearas tan fuerte que podras partir las montañas, incluso la misma tierra.

Lithnanai: No... está exagerando un poco?.

Lithnanai: ¿Y para que voy a partir la tierra?, es estupido.

Anciana Hakurei: Quizas.... quizas....

La anciana le responde con una risa. A Lithnanai le costo demasiado aprender a controlar su propia energia en su cuerpo, pero con la ayuda de su maestra poco a poco logra progresar.

Ella estaba lista para el entrenamiento más importante de todos. Uno que ella no esperaba.

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Una mañana la anciana lleva a Lithnanai a la montaña, entre los limites del territorio de los tengus. En el camino se encuentran con una de ellas.

¡Alto!. La tengu de cabello negro las detiene.

Era una chica de tamaño humano con alas negras de ave, su vestimenta era blanca con una camisa negra y una falda hecha de piel peluda de color marrón, unas sandalias con tacones altos y una mascara sobre su cabeza de mirada enfadada.

Anciana Hakurei: Hola, vengo con una cita. Lo dice mostrando una carta la cual es leida por la tengu.

Entiendo, puede seguir.

La tengu deja pasar a la anciana no sin antes cruzar miradas con Lithnanai, obviamente estaba alerta ante esta criatura.

Siguiendo el camino llegan a una cascada, era enorme a tal punto que si merabas al cielo no podias ver de donde cae el agua por la neblina.

Anciana Hakurei: Este es uno de los puntos donde la cascada termina y continua.

Anciana Hakurei: Notaras que esta es la misma cascada que hay detras del monasterio.

Lithnanai: ¿Para que estamos aqui si es la misma agua?.

Anciana Hakurei: Es mucho mejor relajarse lo mas cercano al origen de la cascada, lamentablemente mis contactos con las tengus limitan llegar hasta más arriba.

Lithnanai: ¿Relajarme?.

Anciana Hakurei: Ese es tu entrenamiento más importante, Lithnanai.

Anciana Hakurei: Estás tan llena de odio e ira que tus movimientos son salvajes y sin equilibrio.

Anciana Hakurei: Luchar de esa forma solo será tu perdicion a la larga.

Lithnanai: ¿Para que necesito eso si con mi fuerza puedo aplastar a mis enemigos?.

Anciana Hakurei: *Suspiro* La anciana le da un toque en la cabeza de Lithnanai con su cetro.

Anciana Hakurei: Escucha bien, Lithnanai. El poder total no es el todo en las artes marciales.

Anciana Hakurei: Debes aprender a utilizar tu poder y el poder de tu oponente en su contra.

Anciana Hakurei: Si te apoyas solo en tu fuerza terminaras perdiendo.

Anciana Hakurei: Ademas, habras notado que en tus entrenamientos no hemos utilizado esa fuerza de dragon que tienes.

Lithnanai: Eso me lo he estado preguntando desde hace tiempo.

Anciana Hakurei: Es simple, quiero que aprendas a no depender de un poder sobrehumano para luchar.

Lithnanai: ¿Eh?.

Anciana Hakurei: Si luchas confiada de tu poder de dragon y tu oponente logra neutralizarlo estaras en un serio problema.

Anciana Hakurei: Aprende a luchar sin utilizar ese regalo que has recibido y te aseguro que no existirá oponente que te sorprenda con la guardia baja.

Anciana Hakurei: Pero eso es solo una parte del problema, debes aprender a concentrarte.

Anciana Hakurei: Dime, ¿en las artes marciales quien es el primero que pierde?.

Lithnanai: El que es neutralizado.

Anciana Hakurei: *Suspiro* La anciana le da otro toque en la cabeza de Lithnanai con su cetro.

Anciana Hakurei: No, el primero en perder la concentración es el que pierde la batalla. Incluso si esta no ha tenido un vencedor y ambos sigan de pié.

Anciana Hakurei: Si logras sacar a tu oponente de su concentración también destruiras su equilibrio.

Anciana Hakurei: Hay muchas formas, creo que la mejor para ti es la intimidación.

Lithnanai: ¿Intimidación?.

Anciana Hakurei: Si le muestras a tu oponente que lo superas en todo, este perdera su espiritu de lucha. Debilitando su fuerza y destruyendo sus ataques.

Anciana Hakurei: Es posible ganar combates sin que tengas que luchar.
 
Lithnanai: ¿Es eso posible?.

Anciana Hakurei: Hm?. La anciana levanta la ceja mirando a Lithnanai, una de las cosas que la anciana no le gusta que le digan es si algo es "posible" o imposible".

Lithnanai: Lo siento.

Anciana Hakurei: Claro esta, eso depende de tu oponente. Algunos tomarán la contraria y te atacaran con mas fuerza.

Lithnanai: ¿Y como voy a saber contra quien funciona?.

Anciana Hakurei: Eso, lamentablemente, solo tu lo podras saber.

Ambas entrenan por semanas la mente con la gran cascada, tando dentro de ella como el solo escuchar las gotas caer y recorres colina abajo. Con el tiempo Lithnanai comenzó a calmarse y evitar que su ira nublara sus futuras batallas, por muy simple que fuera este entrenamiento fué crucial para ella.

Mientras Lithnanai caminaba por el lugar notó que su maestra meditaba frente a un pedazo de ladrillo gris.

Lithnanai: ¿Que es eso?.

Anciana Hakurei: ¡Ah!, esto es una reliquia de la familia Hakurei.

Anciana Hakurei: Es un regalo dejado por el Dios que habita en este lugar.

Lithnanai: ¿Aquí hay un Dios?.

Anciana Hakurei: Si, los templos que cuidan las sacerdotisas de mi familia estan protegidos por un Dios.

Lithnanai: ¿Y que hace ese Dios?.

Anciana Hakurei: Varias cosas. Cada Dios brinda una bendición, puede ser buena fortuna, buenas cosechas, incluso cosas como mejorar el amor y bendecir a la familia.

Lithnanai: Que cosa tan inutil.

Anciana Hakurei: Aunque no lo creas es importante para los humanos, creer en un Dios les da esperanza de que las cosas van a mejorar.

Lithnanai: Si es asi, qué se supone que hacen los Dioses de Gensokyo para arreglar los problemas de la guerra?.

Anciana Hakurei: Es.... complicado.

Lithnanai: Pues para mi no lo es, si tienes el poder para solucionar un problema entonces ayudar no les cuesta nada.

Lithnanai: Este lugar esta en ruinas y nadie hace algo para detenerlos.

La anciana no sabia que decirle a su aprendiz. Si bien lo que dice es verdad, los Dioses trabajan de formas misteriosas. Puede que Lithnanai sea la aprendiz de una miko sagrada, más nunca aceptó la idea de que los Dioses no actuaran ante la situacion de Gensokyo.

 

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Acto 2: Paraiso Perdido.

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Lithnanai estaba por cumplir 12 años y ya no era ni la sombra de lo que una vez fué cuando se separó de su hermana. Era más alta y su cabello más largo, siempre estaba limpia y utilizaba las vestimentas que la anciana le habia creado. Las cicatrices de su cuerpo eran visibles pero sus partes de dragon estaban de un color sano como lo recordaba de sus padres.

La anciana le enseño a cocinar. Si bien le costó mucho sostener con sus grandes garras los utensilios, Lithnanai aprendio a utilizarlos y a cocinar comida humana en caso de volver a ver a su hermana.

En un momento curioso, Lithnanai le cocinó algo a la Anciana Hakurei. Ella se sorprende en lo deliciosa que estaba la comida.

Anciana Hakurei: Esá deliciosa.

Lithnanai: Gracias, mamá.

Los ojos de Lithnanai se agrandaron al darse cuenta de lo que habia dicho, un rojo comenzó a verse en sus mejillas. Por primera vez en su vida estaba avergonzada.

Lithnanai: ¡L-Lo siento!.

La anciana levanta su mano y comienza a acariciar el cabello de Lithnanai con una sonrisa.

Anciana Hakurei: Me honra que me llames asi, no te preocupes.

Anciana Hakurei: Yo nunca tuve hijos, el que me llames asi me hace feliz.

Anciana Hakurei: Aunque....

Anciana Hakurei: No sabía que podías tener esa reacción tan linda.

Lithnanai: ¡A-Anciana!.

Anciana Hakurei: Hahahaha...

Lithnanai y la Anciana Hakurei no hablaban mucho sobre ellas mismas ni sus pasados, hasta el punto que Lithnanai jamas le preguntó su verdadero nombre o la anciana le preguntó sobre su hermana esas noches cuando la joven dragon miraba el cielo preguntandose si Azure estaba bien.

 

Ambas tenían una relación poderosa, no solo de maestra-alumna.

Facilmente este era el lugar soñado. Lithnanai por fin encontró ese lugar que tanto buscaba, un lugar al que puede llamar hogar.

Pero para llegar al paraiso hay que pasar por obstaculos muy dolorosos.

La guerra seguía tan fuerte o incluso más fuerte que antes, los pueblos fueron destruidos y solo quedan pequeñas aldeas donde los humanos intentan sobrevivir. Las lápidas estaban por todos lados y las otras especies perecian lentamente por hambre o fuego cruzado.

Lithnanai estaba arriba en el cielo, pero abajo era un infierno. En el pasado esto no le importaria, pero ahora que Azure estaba todavia en ese infierno la preocupación rondaba sobre su mente y sus pesadillas. De vez en cuando también se preguntaba qué le paso a esa hada que una vez se encontró cuando era una niña.

A lo lejos la Anciana Hakurei observaba Gensokyo, sintiendose impotente ante semejante caos. Ella era fuerte, pero la edad se lo impedía, solo era una humana con poderes en tierra de gigates y magia muy poderosa.

Lithnanai podía ver cómo la anciana mordia sus labios y sostenía su cetro fijando su mirada a la muerte que trae la guerra sangrienta. Ella conocía esa sensación, la de ver cómo los fuertes matan a los debiles.

 

El cómo Lithnanai era solo una pequeña cuando mataron a sus padres y solo podía correr por su vida.

Anciana Hakurei: Esto está mal.

Anciana Hakurei: ¿Realmente no hay esperanzas para estas tierras?.

La anciana baja su cabeza cerrando los ojos de dolor.

Anciana Hakurei: No, la esperanza nunca morira.... no mientras existan seres como ella.

La anciana observa a Lithnanai, recordando que en su larga vida muchas criaturas, incluso los mismos onis y hadas que no formaban parte de la guerra, venian a pedir su ayuda.

Ella no puede parar esta guerra, ella no puede evitar las muertes, ella no puede detener la sangre derramada en estas tierras.

Pero tal vez, solo tal vez, mientras la esperanza exista....

Anciana Hakurei: Nada es imposible, somos nosotros lo que creamos esa barrera invisible.

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Lithnanai continua su entrenamiento, también ayuda a los heridos que buscaban refugio de la Anciana Hakurei. Algunos se asustaban al verla pero ya estaba acostumbrada. Gracias a su maestra logró establecer buenas relaciones con varias especies conocidas por la anciana hasta el punto que las tengus le dieron permiso a la dragona de rondar la montaña si asi lo deseaba.

La Anciana Hakurei era importante en Gensokyo, era el único lazo de esperanza que quedaba en este lugar.

Como todo lazo, hay un limite hasta donde se puede apretar.

Un día Lithnanai notó que su maestra actuaba diferente, sus movimientos, aunque exactos, no eran tan rápidos como antes. La Anciana Hakurei ha gastado todas sus fuerzas este tiempo entrenando a su aprendiz incluso cuando su cuerpo le gritaba que parara.

Una noche, la anciana cae enferma, ella sabia que su tiempo habia terminado.

Fuera del monasterio estaban reunidos los monjes y varias criaturas sentadas con miradas tristes, el fuego que calentaba el frio de la muerte estaba por extinguirse y con ella la llama de la esperanza.

Dentro del monasterio se encontraba Lithnanai junto a su maestra, la cual estaba acostada en su habitación.

Anciana Hakurei: Lithnanai, quiero que escuches.... mi ultima enseñanza.

Anciana Hakurei: No importa lo que las posibilidades digan, no importa si todos dicen lo contrario, jamas pierdas la esperanza.

Anciana Hakurei: Nada es imposible, tu misma haces que algo sea imposible.

Anciana Hakurei: Cuando era más joven llegué a este lugar en el momento que la anterior sacerdotisa falleció, confiada que lograria solucionar el problema de las guerras.

Anciana Hakurei: Sin embargo, mi inexperiencia y mi sobreconfianza me jugaron en mi contra.... terminando en lo que vez ahora.

Anciana Hakurei: Tú tienes algo que yo necesitaba en el pasado y necesito ahora, eres sabia y joven.

Anciana Hakurei: Busqué como tú un lugar al que llamar hogar y Gensokyo parecia ser.... no.... sabia que era ese hogar que estaba buscando, pero no supe cómo cuidarlo y terminé perdiendolo poco a poco sin darme cuenta.

Anciana Hakurei: No cometas el mismo error, encuentra tu camino y el lugar soñado donde todos puedan vivir en paz y tranquiliadad.

La anciana le da una llave a Lithnanai.

Anciana Hakurei: Yo tengo la habilidad de crear armas y armaduras con poder sagrado, durante años las fui creando con la idea de que podría utilizarlas en la guerra. Pero antes de darme cuenta ya era una anciana.

Anciana Hakurei: Te las dejo a tí junto a todo lo que me pertenece, el cómo quieras utilizarlas dependerá de ti.

Anciana Hakurei: Una vez envien a la siguiente sacerdotisa.... por favor... enseñale todo lo que has aprendido.

Anciana Hakurei: El futuro le pertenece a las nuevas generaciones.

Lithnanai: Pero yo... ¿enseñar?.

Anciana Hakurei: Ehehe... yo también pensé eso cuando era joven y mira lo que pasó.

Lithnanai sostiene con cuidado las delicadas manos de la anciana, haciendo una promesa.

Lithnanai: Encontraré la forma de detener esta guerra, lo prometo.

La anciana estaba feliz y triste al mismo tiempo, sus palabras sin querer le estaban dando una tarea pesada.

Anciana Hakurei: Rompe la estatua que esta al frente del monasterio, dentro de ella se oculta una espada sagrada que te cuidará.

Anciana Hakurei: Ten cuidado mi niña, no dejes que la ira y el odio nublen tu pensar otra vez.

Anciana Hakurei: Espero que nos volvamos a ver.... en el distante futuro.... en un lugar mejor....

En ese momento la anciana murio, el monasterio se habia oscurecido con una brisa suave. Los llantos y lamentos se escuchaban, Gensokyo perdió algo valioso, su guardian de la esperanza ya no estaba.

Pero una luz seguia encendida, pequeña pero brillante. En la habitación junto a Lithnanai una vela seguia encendida.

La esperanza no habia muerto, solo tomó una nueva forma, era joven pero con potencial inmensurable.

 

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Acto 3: La Decisión.

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Unos dias han pasado y Lithnanai esta sentada frente a la tumba de su maestra, su rostro estaba calmado con un poco de tristeza. Varias cosas pasaban por su cabeza y necesitaba ordenarlas para el siguiente paso.

Luego de ver el armamento dejado atras por la anciana y conseguir la espada de la estatua, una importante decision estaba frente a ella.

Lithnanai: ¿Podré hacer esto sola?.

Si bien un dragon era más fuerte que un humano, estaba por enfrentar a dos especies conocidas por tener habilidades regenerativas que las hacen molestas. Los Onis tenian subespecies con los ogros que pueden auto regenerarse, las hadas una habilidad que las revive un tiempo despues de matarlas, sin mencionar su gran número.

Tambien está el problema principal, los lideres de estas especies son muy poderosas y serán el objetivo principal. Si pudiera enfrentarlas ella sola tal vez pueda ganar, pero contra dos ejercitos era ser muy descuidado.

Estaba decidida a darle fin a esta guerra, asi que para resguardar sus palabras comenzó un entrenamiento que llevara su cuerpo hasta el limite.

Dias, semanas, meses, hasta 2 años pasaron. Lithnanai tenía 14 años y estaba por cumplir 15 cuando terminó su entrenamiento. Su cuerpo era más fuerte, sus musculos estaban tonificados y su mirada era seria y firme. Una guerrera entre guerreras.

Una tarde Lithnanai recibió una visita inesperada de alguien que no habia visto desde hace años.

Vivain Skyflower: ¿Lithnanai?.

Lithnanai: ¿Vivain?.

Vivain estaba sorprendida y feliz al ver a su vieja amiga, más al notar lo diferente que es ahora. De la felicidad termina abrazando a Lithnanai solo para recibir una respuesta conocida.

Lithnanai: No me toques.

Vivain Skyflower: Algunas cosas no cambian.

La hada naturalmente no habia cambiado, solo su vestimenta era diferente. Ahora trae una vestimenta de combate simple marron con pantalones cortos de color verde sin su sombrero, dejando ver mejor lo largo de su cabello. Mas que la vestimenta de una hada, parecia algo que un elfo utilizaria normalmente.

Vivain Skyflower: Wow.... mira hasta donde llegaste.

Vivain Skyflower: De una cueva a un templo.

Lithnanai: Monasterio.

Vivain Skyflower: ¿Eh?, ah... si.

Vivain Skyflower: Por cierto, has escuchado los rumores?.

Vivain Skyflower: Se dice que las hadas y los onis estan preparando un ataque final en el centro de Gensokyo.

Lithnanai: ¿¡Qué!?.

Vivain da un pequeño salto ante la subida de voz de Lithnanai, quien claramente estaba molesta.

Lithnanai: Esto es malo, ¿ya es la batalla final y en el centro de todo?.

Vivain Skyflower: Si, a este paso nada sobrevivira a la matanza.

Lithnanai: ......

Lithnanai: ¿Y qué haces aquí?.

Vivain Skyflower: Ah... es que queria darle mis respetos a la sacerdotisa de este lugar.

Vivain Skyflower: Era muy reconocida en Gensokyo, algunos dicen que tras su muerte el equilibrio se perdió y por eso esta por llegar la batalla final.

Lithnanai: Se están aprovechando de la muerte de mi maestra....

Vivain Skyflower: ¿¡Tu maestra!?, ¿recibiste entrenamiento de la miko sagrada?.

Lithnanai: Si.

Vivain Skyflower: Asombroso.

Durante un rato Vivain actualizaba a Lithnanai de lo que estaba pasadon y lo que ocurrio cuando se separaron. Su reino termino cayendo y ahora no era parte de la realeza, tal vez por eso ahora viste de esa manera tan simple.

Lithnanai decide no interrumpir a Vivain, tampoco queria preguntarle si sus padres estaban bien porque claramente era un tema delicado y la hada estaba mucho más "apagada" comparada con lo brillante que era cuando la conocio.

Vivain Skyflower: Encontré una forma de terminar esta guerra.

Lithnanai: ¿Eh?.

Lithnanai reacciona ante esta declaración, Vivain miraba el cielo con ojos vacios y sin esperanza.

Vivain Skyflower: Conoci a alguien que asegura podrá terminar la guerra, pero necesita voluntarios para su experimento.

Vivain Skyflower: Si todo sale bien, la guerra terminará.

Lithnanai: ¿De dónde conociste a esta persona?.

Vivain Skyflower: El mundo exterior.

Lithnanai: ......

El ambiente era raro y confuso, muchas preguntas le venian a la mente de Lithnanai pero no encontraba la forma de decirlas, solo dijo algo que una "amiga" diria en esta situación.

Lithnanai: Ten cuidado en lo que te estas metiendo.

Vivain Skyflower: Lo sé, pero ya estoy decidida.

La hada esta lista para partir cuando una vez mas se dirige hacia la dragona.

Vivain Skyflower: Me alegra haberte encontrado una ultima vez, vieja amiga.

Ante estas palabras un nudo en la garganta y un mal presentimiento acompañaron a Lithnanai por el resto del dia.

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La batalla final estaba apunto de empezar, a lo lejos se podían ver las fuerzas de ambos lados. El choque era inminente.

Lithnanai portaba la armadura especial que le hizo la anciana antes de morir. Una armadura roja con dorado y plateado cubrian todo el cuerpo de la dragona y el simbolo del Yin y el yang se podia apreciar en su pecho. En sus manos tenia la espada sagrada, con el conjunto completo Lithnanai portaba el tesoro de la familia Hakurei sin saberlo.

Antes de partir decide darle una visita a la tumba de su maestra, meditando frente a ella por una hora.

Lithnanai: Deseame suerte, maestra. dijo con voz tranquila antes de partir.

Antes de dejar por completo el monasterio notó a muchas especies reunidas en la entrada. Youkais de todo tipo, animales salvajes, incluso algunas hadas y onis estaban presentes.

Lithnanai: ¿Qué es todo esto?.

Una hada de cabello verde se acerca a la dragona.

¡Venimos a luchar!. Dice la pequeña hada.

Lithnanai se sorprende ante esto cuando un oni se les une.

¡Esta guerra ha durado mucho, estamos cansados de seguir escondidos!.

Claramente las hadas y los onis presentes eran rebeldes, posiblemente cazados por su misma especie por la traición.

La Anciana Hakurei nos ayudó en el pasado y salvó la vida de muchos aqui presentes, es la hora de pagar nuestra deuda. Dice el oni levantando su mazo con orgullo.

El resto de los presentes muestran la misma mirada, estaban dispuestos a morir en combate si eso significaba el fin de la guerra.

Lithnanai: ¿Pero cómo sabian que yo participaria?.

¡Te vimos entrenar, sospechamos que tenías pensado luchar en la batalla final!. Explica la hada.

La dragona con armadura está sin palabras, en un principio tenia pensado luchar sola pero ahora tenia a su disposicion un ejercito de muchas especies. Las cosas han cambiado para bien, Lithnanai decide idear un plan ante esta nueva fuerza.



Antes de marchar a la batalla final, el oni y la hada le piden a Lithnanai que hable con sus fuerzas. Ella no era buena para esto, lo callada que era por naturaleza hacian cosas como esta un problema.

 

Pero al ver los rostros de sus aliados que tal vez no podran disfrutar del mañana, decide decir unas palabras.

Lithnanai: ¡Compañeros!

Lithnanai: Estamos aqui para detener una guerra que ha durado mucho tiempo.

Lithnanai: Se que algunos nos odiamos, incluso entre nosostros hay especies enemigas.

Lithnanai: Pero diganme, ¿eso no demuestra lo retorcida y sin sentido que es esta guerra?.

Lithnanai: Solo miren, Onis y hadas tambien estan en contra de semejante masacre y al mostrar su opinion son marcados como traidores y cazados.

Lithnanai: ¡Eso debe terminar!.

Lithnanai: Yo también perdi a mis seres queridos por esta guerra, seres queridos que no hicieron nada malo pero que perecieron igualmente.

Lithnanai: He vivido, dia tras dia, en carne propia, en casi una decada desde ese momento lo que se siente sobrevivir y esconderse esperando no ser atrapada.

Lithnanai: ¡Ya basta de que los fuertes decidan si alguien vive o muere!,

Lithnanai: ¡Ya basta de que nuestros hogares que construimos con nuestras ensangrentadas manos se nos sean arrabatados!.

Lithnanai: ¡Ya basta de muertes sin sentido!.

Lithnanai: Gensokyo una vez fue un lugar donde las especies estaban en buenos terminos. Las guerras rompieron esos lazos que mantenian todo en orden.

Lithnanai: ¡Pero hoy!, ¡Miren a su alrededor!.

Lithnanai: ¡Varias especies estan otra vez reunidas para darle un alto a esta injusticia!.

Lithnanai: ¡Lucharemos por los caidos!, ¡lucharemos por estas tierras!, ¡lucharemos por un mejor mañana para futuras generaciones!.

Lithnanai: La Anciana Hakurei nos unió este dia.

Lithnanai: Yo no creo en el destino, solo en decisiones.

Lithnanai: ¡Y ha sido la decision de cada uno aqui presente, yo incluida, formar parte de esta batalla final!.

Lithnanai: Ahora, ¡vamos!.

Lithnanai: ¡Si morimos debemos hacerlo una vez esta guerra llegue a su fin con nosotros como vencedores!.

Lithnanai: ¡Y reunamonos con ella en el otro mundo con un Gensokyo libre!.

Un grito de guerra fuerte se escucha entre las fuerzas presentes, la moral era alta gracias a las palabras de Lithnanai. Pero no era todo, una cosa más subiría la moral de los presentes hasta el otro mundo.

Lithnanai se prepara arrodillándose en dirección al campo de batalla, como si estuviese lista para correr. Con una mirada firme y todo su poder sale disparada volando hacia donde están los lideres que luchaban sin descanso.

En un instante, Lithnanai llega ante su objetivo y golpea con todas sus fuerzas a la lider de los onis, causando confusión en el campo de batalla.

 

La lider de las hadas estaba soprendida y la lider de los onis sostenia su mandibula partida por el potente golpe de Lithnanai.

Sus aliados quedaron sin palabras, semejante fuerza que logro lastimar a la lider de las onis.

Imposible.

Logro lastimar a una de las lideres.

Puede hacerlo, ¡podemos hacerlo!.

Un grito aun más fuerte se escucho cuando el nuevo ejercito de Lithnanai entra al campo de batalla. La moral habia llegado al máximo.

Lithnanai por otro lado estaba frente a las lideres y con su puño cerrado dio inicio a la batalla final.

Lithnanai: ¿Vieron eso?.

Lithnanai: ¡Ese es el dolor, el sufrimiento, todas las muertes que sus acciones han traido a Gensokyo!

Lithnanai: ¿Y qué creen?.

Lithnanai: ¡Hay más de donde vino!.

 

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Vivain Skyflower no vuelve a aparecer en esta historia.    Ella aparece en Alter Gensokyo - Alias Fake Re:Nacido (Segunda Temporada).

 

Si alguna vez lo hago.

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Author: Night
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